La regulación y el control de las emisiones contaminantes en los vehículos automóviles ha obligado al desarrollo de dispositivos específicos para el tratamiento de cada uno de ellos, como es el caso de las partículas sólidas (PM).
El Filtro de Partículas Diesel (DPF) retiene en su interior la carbonilla que se forma a partir de la combustión del gasoil en un sistema de combustión por inyección directa.
Una vez que el compartimiento del filtro está lleno, las partículas deberán ser evacuadas mientras que el vehículo esté con el motor en marcha. Este es el proceso conocido como “de regeneración”. Pero si el vehículo no reúne las condiciones de circulación previstas, la eliminación no se producirá o se producirá de forma parcial, provocando un funcionamiento defectuoso del motor por tener obturado gran parte del sistema de escape. Por este defecto de limpieza del DPF se derivan algunas anomalías de funcionamiento: obturación del DPF, perdida de potencia del motor, repentino aumento del consumo de combustible, indicadores de avería de motor, emisiones contaminantes fuera de parámetros…
Motul DPF Clean desbloquea el DPF ayudando al sistema a quemar los residuos de carbonilla que se han acumulado en su interior de forma que no produce emisiones nocivas ni obliga a trabajar al motor con temperaturas excesivas en el proceso de regeneración. Mezclado con el combustible, lo acompaña hasta la cámara de combustión, sin participar en el proceso y continúa después de la combustión hacia filtro. La molécula de Motul DPF Clean llega al filtro produciendo en su interior una reacción de oxidación catalizada a baja temperatura que elimina la carbonilla que obtura el DPF. Estas reacciones se realizan sin producir ningún aumento de emisiones de CO2.