Mathieu Baumel: "Utilizar Motul es una forma de ir sobre seguro"

Mathieu Baumel es más conocido por ser el copiloto de Nasser Al Attiyah tanto en el Dakar como en el rally. Sin embargo, el francés no rehuye un volante. Este fin de semana se puso al mando de un buggy de hielo GSeries en el idílico circuito de Pas de la Casa en su nueva base de operaciones de Andorra.

Bueno, ya sea que se deslice sobre hielo o arena, a mí me da lo mismo. Se trata de divertirse en un coche sin importar el terreno en el que conduzca o sea copiloto.

Esta vez estás sentado al otro lado del coche, asumiendo las funciones de conducción en la GSeries aquí en Andorra. ¿De qué se trata esta serie?

GSeries es un evento nacional organizado en Andorra. Es una competencia realmente divertida con participantes que compiten a un nivel muy alto. Muchos pilotos de carreras profesionales a menudo participan en estos eventos. Este fin de semana estoy participando en él con mi amigo y piloto de montaña Cédric Gracia.

Es un coche construido con un chasis tubular, con tracción en las cuatro ruedas y propulsado por un motor Suzuki Hayabusa de 1300 cc. El motor se encuentra en el medio del coche, básicamente dentro de la cabina, donde esperaría un asiento de pasajero, y está acoplado a una caja de cambios secuencial. El coche es increíblemente rápido y tiene mucho agarre debido a los neumáticos con clavos.

Funciona en ambos sentidos. Como copiloto, aprendes a leer y entender muy bien las condiciones de la carretera y la pista, y esto te ayuda mucho cuando conduces porque entiendes qué tipo de superficie hay debajo de ti. Viceversa, como copiloto es muy útil ser también conductor y comprender cómo la navegación puede traducirse en una reacción como conductor. Lo mejor de trabajar con Nasser es que él sabe que también soy piloto y siempre está tratando de darme consejos para convertirme en un mejor piloto. Básicamente, nos ayudamos mutuamente todo el tiempo.

Fue una experiencia grandiosa y muy positiva. El Dakar en Arabia Saudita es un gran evento, y las carreteras y el paisaje son simplemente increíbles. Este año fue un poco más desafiante que los años anteriores, ya que los libros de ruta habían cambiado de papel a digital y la forma en que se dibujaban había cambiado drásticamente. Entonces, en lugar de que la carrera fuera un desafío para los pilotos, terminó siendo un desafío mayor para el copiloto. La mayor diferencia se logró al familiarizarse con el nuevo sistema y no cometer errores de navegación. No logramos ganar este año, pero seguimos muy contentos con nuestra posición en el podio y nos fuimos a casa sonriendo.

Nasser no es solo mi jefe, se ha convertido en un amigo de toda la vida. Cada año pasamos entre 200 y 220 días juntos. Cuando terminamos nuestra carrera, a menudo nos vamos juntos de vacaciones. El vínculo que tengo con él no solo es genial a nivel personal, sino que también cosecha sus beneficios en el coche. Solo tengo que señalar o mirar algo y Nasser sabrá inmediatamente a qué me refiero. Este nivel de confianza es una gran parte de la velocidad que logramos juntos.

Motul es realmente una forma de ir sobre seguro. Cuando compites en condiciones difíciles como el Dakar, hay muchas cosas que pueden salir mal. Tener a Motul en el coche ayuda mucho. Nos da la tranquilidad de saber que el lubricante del motor es algo de lo que no tenemos que preocuparnos.